Me chiflan las divisiones de cristal, paneles, ventanas interiores o como se quieran llamar, que separan la cocina y el comedor. Me teletransportan a casa de la abuela en Sevilla. Y es que todo vuelve, o nunca se fue....
Un único espacio, pero siguen siendo dos, no se escapan los olores pero se cuela la compañía...y lo bonito que queda, además.
Separación de espacios para vivirlos juntos.
Me chifla el post de hoy, Pepis
ResponderEliminar¡Totalmente a favor de las mamparas cocineras!
ResponderEliminarA pesar de lo mal que suena...
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